Mónica Rumbea y John O’Hare crearon Venus y La Tierra. Rumbea es la senior brand consultant y O’Hare, el creative director. La agencia surgió a raíz del momento social y ante un nuevo paradigma que implica un cambio urgente. “Debemos entender que no se trata únicamente de que un virus nos ha llevado a digitalizar nuestros procesos y modelos de negocio, o que el teletrabajo se haya vuelto algo habitual: la transformación de nuestra sociedad es mucho más profunda”, plantea el objetivo de la agencia. Rumbea trabajó por tres años con Eduardo Maruri en Grey Latam y ahora está al mando de este nuevo proyecto.
—¿Cómo fue el proceso interno para llegar a esta propuesta?
—Teníamos claro cuál debía ser nuestra orientación: impulsar el cambio. Para eso contamos con un equipo multidisciplinar formado por consultores, creativos y diseñadores. Somos, en gran medida, pequeños agentes sociales que facilitan muchas y variadas dinámicas empresariales. Diseñamos servicios y productos, contamos historias, analizamos y reforzamos la personalidad de nuestros clientes e influimos directamente en los consumidores y en la cultura en general. Somos una agencia diferente y tenemos la llave para que nuestro trabajo sea inclusivo, sostenible y racional. La clave es que nuestra propuesta de valor es la más acertada para la comunidad o el medio ambiente.
—¿Están trabajando con alguna marca ya? ¿Cúal?
—Estamos en pleno proceso de lanzamiento de varios proyectos, desde una marca textil hecha con residuos plásticos marinos y liderada por una joven emprendedora hasta la presentación de una nueva marca global de alimentación también liderada por una ejecutiva de visión muy personal. Muy pronto verán la luz varios productos y marcas en las que estamos trabajando.
—¿Solo trabajarán con emprendedoras? ¿Por qué?
—En Venus y La Tierra estamos especialmente sensibilizadas con la mujer y apoyamos tanto a las emprendedoras que comienzan con una nueva andadura como a las mujeres líderes con cargos directivos en empresas ya consolidadas que necesiten reorientar sus estrategias de comunicación. En todo caso, consideramos que las buenas ideas y los proyectos empresariales no tienen género. Quiero apuntar que somos una agencia inclusiva, es decir, trabajamos con todas las personas, sin distinción de raza, credo o condición sexual. Actuamos desde lo local en un ámbito global. El contexto actual nos ofrece una gran oportunidad para lograr nuestras metas y construir un futuro apasionante para todas y todos.
—¿Cómo es la situación de las mujeres en la industria publicitaria ecuatoriana?
—La industria publicitaria en Ecuador ha tenido como constante el liderazgo masculino. La mayoría de las agencias del país tienen hombres en posiciones de liderazgo, ya sea como CEOs, CSOs y CCOs. Esto lo podemos ver extrapolado también en América Latina, viendo a Brasil como un mercado con mayor apertura a un liderazgo femenino.
—Hay en general pocas agencias creativas indies en Latam fundadas por mujeres. ¿Dónde cree que están las principales trabas?
—Hay un dato muy claro: en América Latina los puestos de dirección creativa en las grandes agencias están copados por hombres. Esto contrasta con el hecho de que Ecuador es el país de América Latina con más emprendedoras, lo que nos indica que se ha producido un cambio.
—¿Qué lugar ocupan las “tareas domésticas” entre estas barreras?
—Ojalá no hubiera que repetir nunca esa pregunta ni dar una respuesta. Las tareas domésticas tampoco tienen género.
